Despues del almuerzo..

By Melody...
Después del almuerzo yo hubiera querido quedarme en mi cuarto leyendo, pero papá y mamá vinieron casi en seguida a decirme que esa tarde tenía que llevarlo de paseo.

Lo primero que contesté fue que no, que lo llevara otro, que por favor me dejaran estudiar en mi cuarto. Iba a decirles otras cosas, explicarles por qué no me gustaba tener que salir con él, pero papá dio un paso adelante y se puso a mirarme en esa forma que no puedo resistir, me clava los ojos y yo siento que se me van entrando cada vez más hondo en la cara, hasta que estoy a punto de gritar y tengo que darme vuelta y contestar que sí, que claro, en seguida. Mamá en esos casos no dice nada y no me mira, pero se queda un poco atrás con las dos manos juntas, y yo le veo el pelo gris que le cae sobre la frente y tengo que darme vuelta y contestar que sí, que claro, en seguida. Entonces se fueron sin decir nada más y yo empecé a vestirme, con el único consuelo de que iba a estrenar unos zapatos amarillos que brillaban y brillaban.

Cuando salí de mi cuarto eran las dos, y tía Encarnación dijo que podía ir a buscarlo a la pieza del fondo, donde siempre le gusta meterse por la tarde. Tía Encarnación debía darse cuenta de que yo estaba desesperado por tener que salir con él, porque me pasó la mano por la cabeza y después se agachó y me dio un beso en la frente. Sentí que me ponía algo en el bolsillo.
-Para que te compres alguna cosa -me dijo al oído-. Y no te olvides de darle un poco, es preferible.
Yo la besé en la mejilla, más contento, y pasé delante de la puerta de la sala donde estaban papá y mamá jugando a las damas. Creo que les dije hasta luego, alguna cosa así, y después saqué el billete de cinco pesos para alisarlo bien y guardarlo en mi cartera donde ya había otro billete de un peso y monedas.

Lo encontré en un rincón del cuarto, lo agarré lo mejor que pude y salimos por el patio hasta la puerta que daba al jardín de adelante. Una o dos veces sentí la tentación de soltarlo, volver adentro y decirles a papá y mamá que él no quería venir conmigo, pero estaba seguro de que acabarían por traerlo y obligarme a ir con él hasta la puerta de calle. Nunca me habían pedido que lo llevara al centro, era injusto que me lo pidieran porque sabían muy bien que la única vez que me habían obligado a pasearlo por la vereda había ocurrido esa cosa horrible con el gato de los Álvarez. Me parecía estar viendo todavía la cara del vigilante hablando con papá en la puerta, y después papá sirviendo dos vasos de caña, y mamá llorando en su cuarto. Era injusto que me lo pidieran.

Por la mañana había llovido y las veredas de Buenos Aires están cada vez más rotas, apenas se puede andar sin meter los pies en algún charco. Yo hacía lo posible para cruzar por las partes más secas y no mojarme los zapatos nuevos, pero en seguida vi que a él le gustaba meterse en el agua, y tuve que tironear con todas mis fuerzas para obligarlo a ir de mi lado. A pesar de eso consiguió acercarse a un sitio donde había una baldosa un poco más hundida que las otras, y cuando me di cuenta ya estaba completamente empapado y tenía hojas secas por todas partes. Tuve que pararme, limpiarlo, y todo el tiempo sentía que los vecinos estaban mirando desde los jardines, sin decir nada pero mirando. No quiero mentir, en realidad no me importaba tanto que nos miraran (que lo miraran a él, y a mí que lo llevaba de paseo); lo peor era estar ahí parado, con un pañuelo que se iba mojando y llenando de manchas de barro y pedazos de hojas secas, teniendo que sujetarlo al mismo tiempo para que no volviera a acercarse al charco.
Además yo estoy acostumbrado a andar por las calles con las manos en los bolsillos del pantalón, silbando o mascando chicle, o leyendo las historietas mientras con la parte de abajo de los ojos voy adivinando las baldosas de las veredas que conozco perfectamente desde mi casa hasta el tranvía, de modo que sé cuándo paso delante de la casa de la Tita o cuándo voy a llegar a la esquina de Carabobo. Y ahora no podía hacer nada de eso y el pañuelo me empezaba a mojar el forro del bolsillo y sentía la humedad en la pierna, era como para no creer en tanta mala suerte junta.

A esa hora el tranvía viene bastante vacío, y yo rogaba que pudiéramos sentarnos en el mismo asiento, poniéndolo a él del lado de la ventanilla para que molestara menos. No es que se mueva demasiado, pero a la gente le molesta lo mismo y yo comprendo. Por eso me afligí al subir, porque el tranvía estaba casi lleno y no había ningún asiento doble desocupado. El viaje era demasiado largo para quedarnos en la plataforma, el guarda me hubiera mandado que me sentara y lo pusiera en alguna parte; así que lo hice entrar en seguida y lo llevé hasta un asiento del medio donde una señora ocupaba el lado de la ventanilla. Lo mejor hubiera sido sentarse detrás de él para vigilarlo, pero el tranvía estaba lleno y tuve que seguir adelante y sentarme bastante más lejos. Los pasajeros no se fijaban mucho, a esa hora la gente va haciendo la digestión y está medio dormida con los barquinazos del tranvía. Lo malo fue que el guarda se paró al lado del asiento donde yo lo había instalado, golpeando con una moneda en el fierro de la máquina de los boletos, y yo tuve que darme vuelta y hacerle señas de que viniera a cobrarme a mí, mostrándole la plata para que comprendiera que tenía que darme dos boletos, pero el guarda era uno de esos chinazos que están viendo las cosas y no quieren entender, dale con la moneda golpeando contra la máquina. Me tuve que levantar (y ahora dos o tres pasajeros me miraban) y acercarme al otro asiento. «Dos boletos», le dije. Cortó uno, me miró un momento, y después me alcanzó el boleto y miró para abajo, medio de reojo. «Dos, por favor», repetí, seguro de que todo el tranvía ya estaba enterado. El chinazo cortó el otro boleto y me lo dio, iba a decirme algo pero yo le alcancé la plata y me volví en dos trancos a mi asiento, sin mirar para atrás. Lo peor era que a cada momento tenía que darme vuelta para ver si seguía quieto en el asiento de atrás, y con eso iba llamando la atención de algunos pasajeros. Primero decidí que sólo me daría vuelta al pasar cada esquina, pero las cuadras me parecían terriblemente largas y a cada momento tenía miedo de oír alguna exclamación o un grito, como cuando el gato de los Álvarez. Entonces me puse a contar hasta diez, igual que en las peleas, y eso venía a ser más o menos media cuadra. Al llegar a diez me daba vuelta disimuladamente, por ejemplo arreglándome el cuello de la camisa o metiendo la mano en el bolsillo del saco, cualquier cosa que diera la impresión de un tic nervioso o algo así.
Como a las ocho cuadras no sé por qué me pareció que la señora que iba del lado de la ventanilla se iba a bajar. Eso era lo peor, porque le iba a decir algo para que la dejara pasar, y cuando él no se diera cuenta o no quisiera darse cuenta, a lo mejor la señora se enojaba y quería pasar a la fuerza, pero yo sabía lo que iba a ocurrir en ese caso y estaba con los nervios de punta, de manera que empecé a mirar para atrás antes de llegar a cada esquina, y en una de esas me pareció que la señora estaba ya a punto de levantarse, y hubiera jurado que le decía algo porque miraba de su lado y yo creo que movía la boca. Justo en ese momento una vieja gorda se levantó de uno de los asientos cerca del mío y empezó a andar por el pasillo, y yo iba detrás queriendo empujarla, darle una patada en las piernas para que se apurara y me dejara llegar al asiento donde la señora había agarrado una canasta o algo en el suelo y ya se levantaba para salir. Al final creo que la empujé, la oí que protestaba, no sé cómo llegué al lado del asiento y conseguí sacarlo a tiempo para que la señora pudiera bajarse en la esquina. Entonces lo puse contra la ventanilla y me senté a su lado, tan feliz aunque cuatro o cinco idiotas me estuvieran mirando desde los asientos de adelante y desde la plataforma donde a lo mejor el chinazo les había dicho alguna cosa.
Ya andábamos por el Once, y afuera se veía un sol precioso y las calles estaban secas. A esa hora si yo hubiera viajado solo me habría largado del tranvía para seguir a pie hasta el centro, para mí no es nada ir a pie desde el Once a Plaza de Mayo, una vez que me tomé el tiempo le puse justo treinta y dos minutos, claro que corriendo de a ratos y sobre todo al final. Pero ahora en cambio tenía que ocuparme de la ventanilla, que un día alguien había contado que era capaz de abrir de golpe la ventanilla y tirarse afuera, nada más que por el gusto de hacerlo, como tantos otros gustos que nadie se explicaba. Una o dos veces me pareció que estaba a punto de levantar la ventanilla, y tuve que pasar el brazo por detrás y sujetarla por el marco. A lo mejor eran cosas mías, tampoco quiero asegurar que estuviera por levantar la ventanilla y tirarse. Por ejemplo, cuando lo del inspector me olvidé completamente del asunto y sin embargo no se tiró. El inspector era un tipo alto y flaco que apareció por la plataforma delantera y se puso a marcar los boletos con ese aire amable que tienen algunos inspectores. Cuando llegó a mi asiento le alcancé los dos boletos y él marcó uno, miró para abajo, después miró el otro boleto, lo fue a marcar y se quedó con el boleto metido en la ranura de la pinza, y todo el tiempo yo rogaba que lo marcara de una vez y me lo devolviera, me parecía que la gente del tranvía nos estaba mirando cada vez más. Al final lo marcó encogiéndose de hombros, me devolvió los dos boletos, y en la plataforma de atrás oí que alguien soltaba una carcajada, pero naturalmente no quise darme vuelta, volví a pasar el brazo y sujeté la ventanilla, haciendo como que no veía más al inspector y a todos los otros. En Sarmiento y Libertad se empezó a bajar la gente, y cuando llegamos a Florida ya no había casi nadie. Esperé hasta San Martín y lo hice salir por la plataforma delantera, porque no quería pasar al lado del chinazo que a lo mejor me decía alguna cosa.
A mí me gusta mucho la Plaza de Mayo, cuando me hablan del centro pienso en seguida en la Plaza de Mayo. Me gusta por las palomas, por la Casa de Gobierno y porque trae tantos recuerdos de historia, de las bombas que cayeron cuando hubo revolución, y los caudillos que habían dicho que iban a atar sus caballos en la Pirámide. Hay maniseros y tipos que venden cosas, en seguida se encuentra un banco vacío y si uno quiere puede seguir un poco más y al rato llega al puerto y ve los barcos y los guinches. Por eso pensé que lo mejor era llevarlo a la Plaza de Mayo, lejos de los autos y los colectivos, y sentarnos un rato ahí hasta que fuera hora de ir volviendo a casa. Pero cuando bajamos del tranvía y empezamos a andar por San Martín sentí como un mareo, de golpe me daba cuenta de que me había cansado terriblemente, casi una hora de viaje y todo el tiempo teniendo que mirar hacia atrás, hacerme el que no veía que nos estaban mirando, y después el guarda con los boletos, y la señora que se iba a bajar, y el inspector. Me hubiera gustado tanto poder entrar en una lechería y pedir un helado o un vaso de leche, pero estaba seguro de que no iba a poder, que me iba a arrepentir si lo hacía entrar en un local cualquiera donde la gente estaría sentada y tendría más tiempo para mirarnos. En la calle la gente se cruza y cada uno sigue viaje, sobre todo en San Martín que está lleno de bancos y oficinas y todo el mundo anda apurado con portafolios debajo del brazo. Así que seguimos hasta la esquina de Cangallo, y entonces cuando íbamos pasando delante de las vidrieras de Peuser que estaban llenas de tinteros y cosas preciosas, sentí que él no quería seguir, se hacía cada vez más pesado y por más que yo tiraba (tratando de no llamar la atención) casi no podía caminar y al final tuve que pararme delante de la última vidriera, haciéndome el que miraba los juegos de escritorio repujados en cuero. A lo mejor estaba un poco cansado, a lo mejor no era un capricho. Total, estar ahí parados no tenía nada de malo, pero igual no me gustaba porque la gente que pasaba tenía más tiempo para fijarse, y dos o tres veces me di cuenta de que alguien le hacía algún comentario a otro, o se pegaban con el codo para llamarse la atención. Al final no pude más y lo agarré otra vez, haciéndome el que caminaba con naturalidad, pero cada paso me costaba como en esos sueños en que uno tiene unos zapatos que pesan toneladas y apenas puede despegarse del suelo. A la larga conseguí que se le pasara el capricho de quedarse ahí parado, y seguimos por San Martín hasta la esquina de la Plaza de Mayo. Ahora la cosa era cruzar, porque a él no le gusta cruzar una calle. Es capaz de abrir la ventanilla del tranvía y tirarse, pero no le gusta cruzar la calle. Lo malo es que para llegar a la Plaza de Mayo hay que cruzar siempre alguna calle con mucho tráfico, en Cangallo y Bartolomé Mitre no había sido tan difícil, pero ahora yo estaba a punto de renunciar, me pesaba terriblemente en la mano, y dos veces que el tráfico se paró y los que estaban a nuestro lado en el cordón de la vereda empezaron a cruzar la calle, me di cuenta de que no íbamos a poder llegar al otro lado porque se plantaría justo en la mitad, y entonces preferí seguir esperando hasta que se decidiera. Y claro, el del puesto de revistas de la esquina ya estaba mirando cada vez más, y le decía algo a un pibe de mi edad que hacía muecas y le contestaba qué sé yo, y los autos seguían pasando y se paraban y volvían a pasar, y nosotros ahí plantados. En una de esas se iba a acercar el vigilante, eso era lo peor que nos podía suceder porque los vigilantes son muy buenos y por eso meten la pata, se ponen a hacer preguntas, averiguan si uno anda perdido, y de golpe a él le puede dar uno de sus caprichos y yo no sé en lo que termina la cosa. Cuanto más pensaba más me afligía, y al final tuve miedo de veras, casi como ganas de vomitar, lo juro, y en un momento en que paró el tráfico lo agarré bien y cerré los ojos y tiré para adelante doblándome casi en dos, y cuando estuvimos en la Plaza lo solté, seguí dando unos pasos solo, y después volví para atrás y hubiera querido que se muriera, que ya estuviera muerto, o que papá y mamá estuvieran muertos, y yo también al fin y al cabo, que todos estuvieran muertos y enterrados menos tía Encarnación.
Pero esas cosas se pasan en seguida, vimos que había un banco muy lindo completamente vacío, y yo lo sujeté sin tironearlo y fuimos a ponernos en ese banco y a mirar las palomas que por suerte no se dejan acabar como los gatos. Compré manises y caramelos, le fui dando de las dos cosas y estábamos bastante bien con ese sol que hay por la tarde en la Plaza de Mayo y la gente que va de un lado a otro. Yo no sé en qué momento me vino la idea de abandonarlo ahí; lo único que me acuerdo es que estaba pelándole un maní y pensando al mismo tiempo que si me hacía el que iba a tirarles algo a las palomas que andaban más lejos, sería facilísimo dar la vuelta a la pirámide y perderlo de vista. Me parece que en ese momento no pensaba en volver a casa ni en la cara de papá y mamá, porque si lo hubiera pensado no habría hecho esa pavada. Debe ser muy difícil abarcar todo al mismo tiempo como hacen los sabios y los historiadores, yo pensé solamente que lo podía abandonar ahí y andar solo por el centro con las manos en los bolsillos, y comprarme una revista o entrar a tomar un helado en alguna parte antes de volver a casa. Le seguí dando manises un rato pero ya estaba decidido, y en una de esas me hice el que me levantaba para estirar las piernas y vi que no le importaba si seguía a su lado o me iba a darle manises a las palomas. Les empecé a tirar lo que me quedaba, y las palomas me andaban por todos lados, hasta que se me acabó el maní y se cansaron. Desde la otra punta de la plaza apenas se veía el banco; fue cosa de un momento cruzar a la Casa Rosada donde siempre hay dos granaderos de guardia, y por el costado me largué hasta el Paseo Colón, esa calle donde mamá dice que no deben ir los niños solos. Ya por costumbre me daba vuelta a cada momento pero era imposible que me siguiera, lo más que quería estar haciendo sería revolcarse alrededor del banco hasta que se acercara alguna señora de la beneficencia o algún vigilante.
No me acuerdo muy bien de lo que pasó en ese rato en que yo andaba por el Paseo Colón que es una avenida como cualquier otra. En una de esas yo estaba sentado en una vidriera baja de una casa de importaciones y exportaciones, y entonces me empezó a doler el estómago, no como cuando uno tiene que ir en seguida al baño, era más arriba, en el estómago verdadero, como si se me retorciera poco a poco; y yo quería respirar y me costaba, entonces tenía que quedarme quieto y esperar que se pasara el calambre, y delante de mí se veía como una mancha verde y puntitos que bailaban, y la cara de papá, al final era solamente la cara de papá porque yo había cerrado los ojos, me parece, y en medio de la mancha verde estaba la cara de papá. Al rato pude respirar mejor, y unos muchachos me miraron un momento y uno le dijo al otro que yo estaba descompuesto, pero yo moví la cabeza y dije que no era nada, que siempre me daban calambres, pero se me pasaban en seguida. Uno dijo que si yo quería que fuera a buscar un vaso de agua, y el otro me aconsejó que me secara la frente porque estaba sudando. Yo me sonreí y dije que ya estaba bien, y me puse a caminar para que se fueran y me dejaran solo. Era cierto que estaba sudando porque me caía el agua por las cejas y una gota salada me entró en un ojo, y entonces saqué el pañuelo y me lo pasé por la cara y sentí un arañazo en el labio, y cuando miré era una hoja seca pegada en el pañuelo que me había arañado la boca.
No sé cuánto tardé en llegar otra vez a la Plaza de Mayo. A la mitad de la subida me caí, pero volví a levantarme antes que nadie se diera cuenta, y crucé a la carrera entre todos los autos que pasaban por delante de la Casa Rosada. Desde lejos vi que no se había movido del banco, pero seguí corriendo y corriendo hasta llegar al banco, y me tiré como muerto mientras las palomas salían volando asustadas y la gente se daba vuelta con ese aire que toman para mirar a los chicos que corren, como si fuera un pecado. Después de un rato lo limpié un poco y dije que teníamos que volver a casa. Lo dije para oírme yo mismo y sentirme todavía más contento, porque con él lo único que servía era agarrarlo bien y llevarlo, las palabras no las escuchaba o se hacía el que no las escuchaba. Por suerte esta vez no se encaprichó al cruzar las calles, y el tranvía estaba casi vacío al comienzo del recorrido, así que lo puse en el primer asiento y me senté al lado y no me di vuelta ni una sola vez en todo el viaje, ni siquiera al bajarnos: la última cuadra la hicimos muy despacio, él queriendo meterse en los charcos y yo luchando para que pasara por las baldosas secas. Pero no me importaba, no me importaba nada. Pensaba todo el tiempo: «Lo abandoné», lo miraba y pensaba: «Lo abandoné», y aunque no me había olvidado del Paseo Colón me sentía tan bien, casi orgulloso. A lo mejor otra vez... No era fácil, pero a lo mejor... Quién sabe con qué ojos me mirarían papá y mamá cuando me vieran llegar con él de la mano. Claro que estarían contentos de que yo lo hubiera llevado a pasear al centro, los padres siempre están contentos de esas cosas; pero no sé por qué en ese momento se me daba por pensar que también a veces papá y mamá sacaban el pañuelo para secarse, y que también en el pañuelo había una hoja seca que les lastimaba la cara.
FIN
 

Carta a un amor imposible..

By Melody...
No entiendo porque a veces me es tan difícil poder decir lo que siento, es algo muy extraño e ilógico, “tienes a la persona que mas quieres en frente de ti, la ves a los ojos oyes como te pregunta algo y tu te quedas sin habla, finges estar pensando cuando en realidad te bloqueas, le das vueltas al asunto y al final no dijiste nada” exactamente eso es lo que me pasa.

En este mundo, en este tiempo, en este momento y para mi hay una persona muy especial.
Una persona que a lo largo del tiempo he podido conocer, admirar, confiar pero sobretodo he podido querer y me a trevo a decir que e llegado a amar tal vez pienses que es ilógico y tonto pero “hay razones del corazón que la razón no conoce” y si!! me enamoré de esa persona.

No se, fue raro, desde que lo conocí me pude dar cuenta que era diferente a los demás. Es atento y lindo raro en un hombre de hoy en día creeme!!
Pero el tiempo pasó y al principio sentí que sería algo pasajero, pero después comencé a tratarlo y me enamoré mas, hasta llegar a un punto en el que mis amigas decían que estaba loca y que había llegado a la obsesión aunque yo digo que no.

Después llegamos a ser buenos amigos, pero como en toda amistad siempre hay problemas en los cuales los dos queríamos tener la razón, sin embargo eso pasó, los dos hablamos y poco a poco los fuimos superando y creo que ahora seguimos siendo buenos amigos.

Después creo que comencé a cometer ciertos errores.
Lo que decía no concordaba con lo que hacía y siento que hubo un poco de confusión en él, intenté explicarle de mil maneras pero como siempre nunca me creyó, ya que lo que decía no era lo que demostraba.

Ahora intento que me entienda por medio de una carta y… no le pido que me quiera de la manera en la que yo quiero.
Solo quiero que sepa que lo veo porque no puedo evitar verlo. Que a veces cuando hablo con el siento como si mi corazón se saliera de control y que cuando se enoja conmigo me siento muy mal.

Me duele saber que la persona a la que mas quiero me detesta, también me duele saber que no me crea que lo quiero demasiado, y sabes, no quiero frustrarme porque nunca fui capaz de decirle lo que sentía.

Una vez tu me dijiste: “es mejor decirlo en el momento en que lo siente porque después ya no tiene caso” y es lo que estoy haciendo, tal vez decírselo no cambie nada pero mínimo no viviré con el que “hubiera” pasado si se lo hubiera dicho, ahora… quieres saber quien es esa persona… creo que esta demás decírtelo no? Pero esta bien te lo diré… eres tu!!
 

By Melody...

Dime por favor donde estás,

en que rincón puedo no verte,

donde puedo dormir sin recordarte,

y donde recordar sin que me duela.


Dime por favor donde puedo caminar

sin ver tus huellas,

donde puedo correr sin recordarte,

y donde descansar con mi tristeza.


Dime por favor cual es el cielo

que no tiene el calor de tú mirada,

y cual es el sol que tiene luz tan sólo,

y no la sensación de que me llamas.


Dime por favor cual es el rincón

en el que no dejaste tú presencia.

Dime por favor cual es el hueco de mi almohada,

que no tiene escondidos tus recuerdos.


Dime por favor cual es la noche

en que no vendrás para velar mis sueños....

Que no puedo vivir porque te extraño,

y no puedo morir, porque te quiero




 

No estás deprimido, estás distraido

By Melody...
No estás deprimido, estás distraído. Distraído de la vida que te puebla, distraído de la vida que te rodea: delfines, bosques, mares, montañas, ríos. No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano, cuando en el mundo hay 5.600 millones. Además, no es tan malo vivir solo. Yo la paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer y gracias a la soledad me conozco... algo fundamental para vivir.
No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopin a los 90, sólo por citar dos casos conocidos.
No estás deprimido, estás distraído. Por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fué dado. No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser sueño de nada. Además, la vida no te quita cosas: te libera de cosas... te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones. No perdiste a nadie: el que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
Quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte... hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja, porque nos hace desconfiados.
Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija, la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban 3 o 4 meses de vida.
Dios te puso un ser humano a cargo, y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir la vida verdadera con los demás. Recuerda a Jesús: "Amarás al prójimo como a ti mismo". Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz. Porque la felicidad es una adquisición. Además, la felicidad no es un derecho, sino un deber, porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio. Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó matar seis millones de hermanos judíos.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven; las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.
Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas)... y si le ganas serás más humilde, más agradecido... por lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser.
No estás deprimido, estás desocupado. Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos y a los jóvenes: te ayudarán cuando lo seas. Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.
Da sin medida y te darán sin medida. Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor. Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas. El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan la vida. Vale la pena, verdad?
Ahora vuélvelo a leer, más despacito.... te reconfortará.
Por Facundo Cabral.
 

Dos preguntas para reflexionar :)

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Pregunta 1



Si conocieras a una mujer embarazada, que padece de sífilis y tiene 8 hijos, 3 de ellos son sordos, 2 ciegos y uno tiene cierto retraso mental, ¿le recomendarías practicarse un aborto a esta mujer?










Pregunta 2




Se va a elegir a un nuevo líder mundial, tu tienes la oportunidad de votar por él. Hay 3 candidatos, a continuación te presentamos algunos hechos conocidos en la vida de los mismos:


Candidato 1: Ha sido asociado con políticos corruptos. Consulta a varios astrólogos. Tuvo 2 amantes. Fuma y toma entre 8 y 10 martinis al día.

Candidato 2: Ha sido despedido en 2 ocasiones de su trabajo. Duerme hasta medio día. Consumía opio en la universidad y todas las noches se toma una botella de whisky de un cuarto.

Candidato 3: Es un héroe de guerra condecorado. Es vegetariano, no fuma y toma cerveza ocasionalmente. No se le conocen relaciones extramaritales.

Por cual de los tres candidatos votarías?
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Elige tu respuesta....y revisa las respuestas abajo

Piensa detenidamente...




El Candidato 1 es Franklin D. Roosevelt

El Candidato 2 es Winston Churchill

El Candidato 3 es Adolph Hitler



Por cierto, la respuesta a la pregunta 1:

Recomendarías que esta mujer se practicase un aborto?

Si respondiste sí, acabas de matar a Beethoven.

Interesante , no crees?

Piensa antes de juzgar a alguien.

Recuerda: El arca de Noe fue construida por amateurs... el Titanic por profesionales.
 

Lo Que Las Mujeres Inteligentes sabemos

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Las mujeres inteligentes saben que...

* Dios creo las citas para que las mujeres puedan descubrir las características negativas de un hombre antes de involucrarse con el, no después.

* Las mujeres inteligentes saben que ... Si siempre vuelves con el hombre equivocado, tal vez no tengas la oportunidad de conocer al hombre correcto.

* Las mujeres inteligentes saben que ... Las palabras "Te quiero" no salen con facilidad o rapidez de la boca de un hombre sincero.

* Las mujeres inteligentes saben que ... Aunque ella sea la mujer adecuada, el hombre equivocado siempre será el hombre equivocado.

* Las mujeres inteligentes saben que ... Todo hombre que no sabe "lo que quiere" no merece lo que tiene.

* Las mujeres inteligentes saben que ... Si los hombres equivocados siempre te encuentran es porque das las señales equivocadas.

* Las mujeres inteligentes saben que ... A menos que tengas conexiones con la Interpol, debes pensarlo dos veces antes de salir con un hombre mujeriego.

* Las mujeres inteligentes saben que ... Esperar que un hombre cambie es como esperar que uno gane la lotería.

* Las mujeres inteligentes saben que ... Algunos hombres cambian, pero cuando lo hacen también cambian de mujer.

* Las mujeres inteligentes saben que ... No es inteligente aferrarse al dolor.

MUJER!! Recuerda siempre!!...

* Luce bonita, no importa si vas solo a tu trabajo...no se sabe si camino a éste encontraras alguien que se fije en tu caminar. Proyecta siempre que te sientes bonita. Una mujer no sólo es bonita cuando usa ropas caras o trae un buen maquillaje... una mujer refleja en la cara lo bonita que se siente si se muestra segura de si misma al caminar.

TODA MUJER DEBE SABER:
* Como enamorarse sin dejar de ser ella misma.

* Lo que quiere con respecto a tener hijos, como renunciar a un trabajo, terminar con un novio y confrontar a un amigo sin arruinar una amistad.

* Cuando intentarlo todo... y cuando alejarse.

* Como pasarla de maravilla en una fiesta a la que no deseaba asistir.

* Como pedir algo que realmente desee de manera que casi seguramente lo consiga.

* Tiene que entender que no puede modificar el ancho de sus muslos o de sus caderas, o la forma de
ser de sus padres.

* Que su niñez pudo no ser perfecta... pero ya terminó.

* Lo que podría o no podría hacer por amor... o debería o no. * Como vivir sola... aun si le desagrada.

* Debe saber en quien confiar y en quien no.

* A donde ir a sentarse con su mejor amiga o a una
agradable cabaña en la playa cuando su alma necesita alimentarse y tranquilizarse.


NOTA: No olvides que lo ideal seria lograr tener todo, pero aunque sólo leas la lista y te sientas identificada en algo, estas en buen camino.
Nunca pierdas la esperanza de cada día lograr nuevas conquistas.

TÚ ERES TAN INTELIGENTE CÓMO LA QUE MÁS! Esta en tu naturaleza, sólo tienes que descubrirte a ti misma!
 

Uno crece...

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Imposible atravesar la vida ...
sin que un trabajo salga mal hecho,
sin que una amistad cause decepción,
sin padecer algún quebranto de salud,
sin que nadie de la familia fallezca,
sin que un amor nos abandone...
sin equivocarse en un negocio.

Ese es el costo de vivir.

Sin embargo
lo importante no es lo que
suceda, sino como reaccionamos nosotros...

Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes,
vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.

Uno crece cuando no hay vacío de esperanza,
ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.

Uno crece
al aceptar la realidad
y al tener el aplomo de vivirla.

Crece cuando acepta su destino,
y tiene voluntad de trabajar para cambiarlo.

Uno crece asimilando y aprendiendo de lo que deja detrás...
construyendo y proyectando lo que tiene por delante.

Crece cuando se supera, se valora, y da frutos.

Cuando abre camino dejando huellas,
asimilando experiencias...

¡Y siembra raíces!

Uno crece cuando se impone metas,
sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios,
cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes...

cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento... ¡
Y humano por nacimiento!..

Cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas, recoge flores aunque tengan espinas
y marca camino aunque se levante el polvo.


Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo
y dándole a la vida más de lo que recibe....

Uno crece cuando se planta para no retroceder... cuando
se defiende como águila para no dejar de volar...

Cuando se clava como ancla en el mar
y se ilumina como estrella.

Entonces... Uno Crece

Anónimo
 

Vale la pena perder la memoria?

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Cuantas veces hemos deseado borrar un dia, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria. Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adios. Si desearamos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase "comezar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez. Quedarían atras los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más hermoso, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro. ¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.¿Vale realmente la pena perder la memoria?
 

By Melody...
 

Te quiero Igual

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te quiero
pero te llevaste la flor
y me dejaste el florero
te quiero
me dejaste la ceniza
y te llevaste el cenicero
te quiero
pero te llevaste marzo
y te rendiste en febrero
primero
te quiero igual
te quiero,
te llevaste la cabeza
y me dejaste el sombrero
te quiero pero te olvidaste abril
en el ropero pero igual
te quiero no me gusta esperar
pero igual te espero
primero te quiero igual
te quiero me dejaste el florero
y te llevaste la flor
pero igualt
e quiero me dejaste el vestido
y te llevaste el amor
te quiero pero te olvidaste abril
en el ropero
primero te quiero igual
no sé si estoy despierto
o tengo los ojos abiertos
te quiero, no sé si estoy despierto
o tengo los ojos abiertos
sé que te quiero y que me esperan
más aeropuertos
te quiero te llevaste la vela
y me dejaste el entierro
primero te quiero igual
te quiero pero te llevaste la flor
y me dejaste el florero
te quiero me dejaste la ceniza
y te llevaste el cenicero
te quiero pero te llevaste marzo
y te rendiste en febrero
primero te quiero igual
 

La cadena de la vida

By Melody...
En la cadena de la vida:

El rico vive del pobre,
el policia dice que cuida a los dos.
El ciudadano común se cuida de los tres.
El trabajador mantiene a los cuatro.
El vago vive de los cinco.
El comerciante comercia con los seis.
El abogado enreda a los siete.
El cantinero emborracha a los ocho.
El cura absuelve a los nueve.
El doctor cura a los diez.
El sepulturero entierra a los once.
El partido de turno gobierna a los doce.
El presidente engaña a los trece y a su vez al rico lo hace mas rico.
Al pobre lo hace mas pobre.
Al mediocre lo hace imbecil.
A los imbeciles, los hace ministros, diputados, senadores, y asi dejan de ser pobres.
Pero por si sirve de consuelo,
en estos paises solo seis personas tienen problemas:
Yo, tu, el, nosotros, vosotros y ellos.
 

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Me ves. Te veo. Hablamos. Somos amigos. ¿Hasta cuando? No se.
Porque cada vez que nos cruzamos, mi corazón se desgarra lentamente, en cuotas.
Porque para vos soy tu amiga, "tu amiga más mejor" me decís.
Porque en cada una de nuestras conversaciones, tenés que nombrarla. SUS ojos, SUS frases más repetidas, SUS comidas favoritas, SUS berrinches, SU tan querida forma de ser.
Y yo, por fuera, todo bien. Ni una lágrima brotando de mis ojos, ni un dejo de tristeza en mi mirada. Pero por dentro, mi alma ya no gime. Llora a gritos diciendo ¡Basta!.
No se por cuanto tiempo más podré continuar con este circo de la supuesta amistad.
Porque este intercambio,no me favorece.
Porque, después de todo, cuando nos despedimos, vos te vas con ella. Y yo... Y yo sigo sola.
 

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"Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender... que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende. Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de q si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo entiendes q los verdaderos amigos son contados, y q el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes q las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos q dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de q cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios, multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento q estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido"
 

El hombre...

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“ El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores. No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero, ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma?. Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro”.

Milan Kundera
 

Poema del secreto

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Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,
y no volver el rostro para verte pasar.
Puedo apretar mis labios un día y otro día...
y no puedo olvidar.
Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,
casi aburridamente, sobre un tema vulgar,
puedo decir tu nombre con voz indiferente...
y no puedo olvidar.
Puedo estar a tu lado como si no estuviera,
y encontrarte cien veces, asi como al azar...
puedo verte con otro, sin suspirar siquiera,
y no puedo olvidar.
Ya ves: Tu no sospechas este secreto amargo,
más amargo y profundo que el secreto del mar...
porque puedo dejarte de amar,y sin embargo...
no te puedo olvidar!

(José Angel Buesa)
 

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Ya no seré feliz.
Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera
es más profundo y diverso que el mar.
La vida es corta
y aunque las horas son tan largas,
una oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar,
esa otra flecha que nos libra del sol
y de la luna y del amor.
La dicha que me diste y me quitaste
debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina al Sur,
a cierta puerta, a cierta esquina.

Jorge Luis Borges
 

Es tan poco..

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Lo que conoces
es tan poco
lo que conoces de mí
lo que conoces
son mis nubes
son mis silencios
son mis gestos
lo que conoces
es la tristezade mi casa
vista de afuera
son los postigos de mi tristeza
el llamador de mi tristeza
Pero no sabes nada
a lo sumo
piensas a veces
que es tan poco
lo que conozco de ti
lo que conozco
o sea tus nubes
o tus silencios
o tus gestos
lo que conozco
es la tristeza
de tu casa vista de afuera
son los postigos de tu tristeza
el llamador de tu tristeza.
Pero no llamas.
Pero no llamo.
 

AVANTI!

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Si te postran diez veces,te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura,
y en cualquier infeliz se me figura
que se mellan los garfios de la suerte...
¡Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!
 

Instantes

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Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primaveray seguiría descalzo
hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
 

Si yo cambiara

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Si yo cambiara mi manera de pensar
hacia los otros, me sentiría sereno.

Si yo cambiara mi manera de actuar
ante los demás, los haría felices.

Si yo aceptara a todos como son
sufriría menos.

Si yo me aceptara tal cual soy
quitándome mis defectos,
cuánto mejoraría mi hogar,mi ambiente...

Si yo comprendiera plenamente
mis errores,sería humilde.

Si yo deseara siempre el bienestar
de los demás, sería feliz.

Si yo encontrara lo positivo en todo
la vida sería digna de ser vivida.

Si yo amara el mundo... yo cambiaría.

Si yo me diera cuenta de que
al lastimar el primer lastimado soy yo.

Si yo criticara menos y amara más...

Si yo cambiara...Cambiaría al mundo.
 

Dolor

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Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar,
que la arena de oro, y las aguas verdes
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta quisiera
como una romana, para concordar
con las grandes olas y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento y los ojos fríos
y la boca honda dejarme llevar...
Ver como las olas azules se rompen
contra los granitos y no parpadear...

Ver como las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar...
Ver como pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar...

Ver como se adelanta la garganta al aire
el hombre más bello y no desear amar...

Perder la mirada distraídamente,
y que nunca la vuelva a encontrar,
y la figura erguida entre cielo y playa
sentirme el olvido perenne del mar.
 

Queda Prohibido

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Queda prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender,
Levantarte un día sin saber que hacer,
Tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
Hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
no creer en dios y hacer tu destino,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sinalegrarte,
olvidar sus ojos, su risa,todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
No tener un momento para la gente que te necesita,
No comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
No vivir tu vida con una actitud positiva,
No pensar en que podemos ser mejores,
No sentir que sin ti este mundo no seria igual.